300 toneladas de basura, quemadas en Santa María del Páramo

La Crónica de León / 23/07/2009

Alrededor de las 20:40 horas del martes se daban las primeras voces de alarma acerca del comienzo de un incendio que estaba afectando al lugar donde desde hace años se almacenan los fardos de basura en Santa María del Páramo, un fuego que conseguía sofocarse a las cinco de la mañana y que ha afectado a una cantidad de entre 300 y 400 toneladas de basura, según ha confirmado el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la localidad del Páramo, Jesús Ganso.



El origen del mismo se desconoce, aunque desde el Ayuntamiento creen que pudiera ser intencionado ya que “existían dos focos que se encontraban a una distancia de 200 metros”, como indicó el responsable del área medioambiental del municipio. Pese a ello, añade que “no podemos afirmarlo”.

Para controlar el fuego, en la noche del martes, fue necesaria la intervención del cuerpo de Bomberos de León, acudiendo hasta el lugar de los hechos un camión con tres efectivos, tras recibir una llamada del 112. Ante la dificultad para sofocar el incendio debido “entre otros motivos, al avanzado estado de descomposición en el que se encontraba la basura y al viento que hacían más difíciles las labores de extinción”, según han indicado desde el Ayuntamiento de la capital provincial, fue necesario pedir ayuda a la Unidad Militar de Emergencia.



Ambos equipos coordinaron sus labores a lo largo de las más de ocho horas que pasaron hasta que el incendio se pudo dar por extinguido alrededor de las cinco de la mañana. En ese momento los Bomberos de León abandonaron la zona, quedando allí la UME que continuó en solitario las labores pertinentes “para concluir el trabajo”, anunciándose a lo largo de la mañana de ayer como el incendio estaba “controlado” aunque no “totalmente extinguido”, ya que todavía quedaban por sofocar “los últimos rescoldos”.
A última hora de la tarde se mantenía en el lugar un retén del Ayuntamiento compuesto por el camión antiincendios municipal y el equipo de voluntarios de la brigada, que contaban también con una pala. Entonces las balas continuaban echando humo.