viernes, 20 de mayo de 2011

El sellado del vertedero se realizará en tres fases y ocupará 11,3 hectáreas

El sellado del vertedero de residuos sólidos urbanos de Santa María del Páramo, en el que se acumulan 361.000 toneladas de basura, se llevará a cabo en tres fases consecutivas que dejarán una parcela restaurada de 11,3 hectáreas. El proyecto, que supondrá una inversión de 11 millones de euros reservados en los presupuestos para este año del Consorcio Provincial para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de León (Gersul), deberá ser sometido a la pertinente evaluación de impacto ambiental antes de su puesta en marcha, que aún no tiene fecha prevista y que podría dilatarse hasta el próximo año.

La Delegación Territorial de la Junta en León firmó el pasado 25 de abril la decisión motivada para llevar a cabo el impacto ambiental del sellado, el primer trámite para el inicio de unos trabajos que llevan diez años de retraso. Según el proyecto, el vertedero acumula 475.000 balas de basura desde que entró en funcionamiento el Centro de Tratamiento de Residuos de San Román de la Vega, en el 2004. Las balas que han colapsado la finca El Busto, propiedad del Ayuntamiento de Santa María del Páramo, se depositaron entre los años 2001 al 2004, como una solución transitoria hasta la construcción del CTR.

La financiación para el sellado correrá a cargo de Gersul, la UTE Legio VII y la Junta a partes iguales.
Según el proyecto, la mejor alternativa es el sellado in situ de los residuos dado que la manipulación de las balas de basura para el traslado «entrañaría mayores riesgos e impactos». El proceso de sellado se realizará en tres fases. En la primera, se ejecutará un vaso de vertido impermeabilizado en el extremo sur de la parcela, no ocupada actualmente por las balas. Tendrá una superficie de 37.000 metros cuadrados y una capacidad de 148.750 metros cúbicos. Su capacidad le permitirá recibir 144.440 balas y 11.532 metros cúbicos de zahorras y se rellenará hasta una altura de tres metros. En la segunda fase se construirá un segundo vaso de vertidos, anexo al primero, en la zona liberada tras el relleno de la fase 1. Dispondrá de una superficie de 38.441 metros cuadrados y una capacidad de 190.068 metros cúbicos, se rellenará hasta una altura de 2,5 metros y albergará 178.601 balas y 11.467 metros cúbicos de zahorras contaminadas.

Finalmente, la tercera fase consistirá en la ejecución del tercer vaso de vertido, anexo al segundo, en la zona liberada tras el relleno del mismo. También estará impermeabilizado y contará con una superficie de 38.226 metros cuadrados, con una capacidad de 168.735 metros cúbicos. En él se depositarán 151.959 balas y 16.679 metros cúbicos de zahorra. Al igual que en la segunda fase, se rellenará hasta una altura de 2,5 metros.

Antes del sellado definitivo, se llevarán a cabo actuaciones previas como la desratización de la zona y la solicitud de autorización y desvío de la línea eléctrica de media tensión localizada al sur de la parcela. Posteriormente, se procederá al movimiento de tierra necesario para la explanación, así como la impermeabilización del vaso y las barreras de protección. En el fondo del vaso se instalará una red de drenaje de lixiviados y se procederá al sellado, la evacuación de gases y el drenaje superficial post sellado.

Una vez concluidas las labores de soterramiento, se llevará a cabo la restauración ambiental, por las que se creará un suelo de un metro de profundidad sobre la superficie del vertedero y sobre la zona que previamente habían ocupado las balas y que quedará libre tras el sellado. En este área se plantará una cubierta vegetal de especies herbáceas y de matorral de raíces cortas para no afectar a la lámina impermeable de sellado, además de especies arbóreas de escaso porte.
En el proyecto se estima que la actuación generará impactos positivos, generando nuevos hábitats para el desarrollo de flora y fauna silvestre, así como la mejora de la calidad del paisaje.

Diario de León, 20/05/2011

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